Las matemáticas son como bonsáis, hay que mimarlas largo tiempo para recibir algún fruto. Son un peligro internacional si se abusan de ellas. Esto le pasó a nuestra querida docente del instituto IES Serpis.
De joven, siempre fue una persona muy normal: merendaba lagartijas, se ponía las gafas al revés y hasta estudiaba haciendo el pino puente... pero algo horrible le pasó y es que un día, tuvo una alucinación a causa de las altas temperaturas porque le gustaba jugar en un horno encendido. En dicha alucinación esta persona perdíó la mitad de sus cabales. Ella misma cuenta que se le apareció un logaritmo neperiano de x que le dijo que iba a ser profesora de matemáticas en un muy prestigioso instituto.
Pero ella ignoraba las matemáticas, ¡apenas sabía sumar!, así que comenzó a estudiar matemáticas, matemáticas y más matemáticas y matemáticas hasta que su chip cerebral le estalló, empezando a comunicarse verbalmente mediante aullidos. Por eso que siempre que se intenta entablar una conversación con esta persona, nuestros tímpanos sufren altas conmociones.
![]() |
-"¿Por qué comer se dice en francés "manger? Qué rarezas..."- |
Y eso solo fue el principio señores/as, rápidamente desarrolló un quinto sentido que le otorgaba la capacidad de ver números donde no los había y de hablar con ellos en curiosas hojas de cálculo. Hasta podía mantener interesantísimas conversaciones con las calculadoras.
Pero la salud mental de esta señora fue a peor, jugaba al escondite con sus bebés y sus preciados números, les escondía en lugares extraños para tener que plantearse un sistema de ecuaciones que descifrase el lugar donde se ocultaban. Su marido no tuvo más remedio que viajar al centro de la Tierra (Julio Verne se inspiró en esta ridícula historia) para tomarse un descanso. Nuestra profesora perdió a su marido (y a algún bebé), pero a ella le daba igual, lo que le interesaba era conversar agradablemente, aunque a gritos, con sus queridos números.
![]() |
En la calle-lle, veinticuatro-tro, h'abido-do-do, unasesinato-to... |
Si amáis las integrales y no desprestigiáis las funciones exponenciales, a mi me importa un carajo. Sobre todas las cosas, nunca le dirijáis la palabra a menos de sesenta y cinco metros. En el Boletín Interno del Instituto se regula esta norma:
"Cada estudiante matriculado en el centro obtendrá adjunto a esta, una orden de alejamiento según un dictado del Juzgado Penal de Trámites Absurdos Valenciano".
0 comentarios:
Publicar un comentario
Utiliza un lenguaje respetuoso y moderado.