José Manuel Vilar hace algunos gestos con la cara y es contratado para
cuidar un instituto de dos bolígrafos llamado Serpis, lugar con largos
pasillos donde se puede encontrar a alumnos obligados a realizar trabajos forzados. En pleno invierno está junto a su gato, que tiene
el don de
chuparse el dedo anular y decir repetidas veces RATAM RATAM RATAM RATAM
RATAM RATAM RATAM RATAM RATAM RATAM RATAM, palabra en arameo que no
tiene un significado aparente. Ya aislados, en el instituto mismo, su ocupación en la enseñanza dificulta la relectura de José Manuel de su nuevo libro: "Cómo la menstruación mató a mi gato", obra que consta de una sola frase (
"Gatos y alumnos hacen de José Manu un loco pingüino"). De tanto profesor incompetente, decide hacer
justicia con su propia mano redecorando el lugar. Así que José Manuel aniquila a todos con un hacha que Tomás Maicas guardaba para afeitarse.
Todos fueron felices para
siempre, para siempre...
FIN
PD: José Manuel y su querido gato se casaron en las Bahamas y fornicaron de lo lindo, antes de que el gato falleciera por diarrea crónica.
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Su mirada nos perturbará hasta nuestra muerte. |
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